Existen dos formas principales para prevenir el carbunco. La principal es la vacunación, que consiste en la administración de varias dosis de vacuna en un periodo alrededor de año y medio. Por otro lado, a las personas que han estado expuestos al carbunco (pero no tienen síntomas de la enfermedad), los proveedores les pueden recetar antibióticos preventivos. También existen casos en los que, aún pasando la enfermedad, no se consigue la conocida como inmunidad adquirida.
Lo más importante a la hora de prevenir el ántrax (carbunco) es conocer cuales son aquellas actividades que implican mayor riesgo así como:
-Trabajar con animales o productos de origen animal infectados
-Consumir carne cruda o semicruda de animales enfermos
Lo primero que se debe hacer es inmunizar a los animales para que estos ya no transmitan la enfermedad, asegurándonos que estén debidamente vacunados o por lo menos que tengan una higiene adecuada. Además de asegurarnos que aquellos trabajadores en mayor contacto dispongan de equipos de protección adecuados.
Las únicas medidas de prevención son tener cuidado con lo que comemos y asegurarnos de no comer carnes crudas o poco cocinadas; además debemos tener cuidado si nos encontramos en zonas agrícolas, debemos tratar de tener el menor contacto con animales, productos de estos e incluso con restos de animales muertos.
Cómo vemos, prevenir el ántrax no es algo que suene difícil de hacer, así que disfrutad vuestro viaje con salud 😉
Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia llevan estudiando los usos del bacilo del ántrax con fines bélicos. Es más, a día de hoy todavía se sospecha que algunos países tengan reservas de este bacilo.
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Información:
Centro para el Control y la Prevención de enfermedades
AccesMedicina-Medicina Interna (Capítulo C2: Bioterrorismo microbiano)