Antes de nada es muy importante que cumpla todas las indicaciones pautadas por su médico a la hora de iniciar el tratamiento para la tuberculosis. En multitud de ocasiones, aquellas personas que no terminan de completar los tratamientos con la medicación pautada acaban desarrollando multirresistencia. De hecho, seguramente tengas escuchado hablar de las resistencias a los antibióticos, ya que cada vez es un problema más frecuente. Esto suele suceder cuando no se termina de tomar la medicación. Algunas bacterias sobreviven y se vuelven resistentes, provocando reinfecciones más difíciles de tratar.
El tratamiento contra la tuberculosis suele ser largo y tedioso, por lo que muchas veces el personal sanitario tiene grandes inconvenientes con el tema de la adherencia terapéutica; es decir, con el compromiso y responsabilidad a la hora de tomar adecuadamente la medicación. En la mayoría de las ocasiones se manda un tratamiento directamente observado (TDO).
En la actualidad hay 10 medicamentos pautados por la FDA entre los que destacan la isoniazida, rifampina, etambutol y la pirazinamida. A pesar de que cada tratamiento debe ser evaluado y realizado de manera individual hay una serie de pautas generales recomendadas, así como como ciertas contraindicaciones tales como: la pauta corta de rifampicina y pirazinamida (resultan hepatotóxicos).